Pero ahora mírame...
mírame a los ojos,
mírame muy dentro
y dime que ves,
allá en lo oscuro
dime que es lo que hay
que has encontrado
cuenta cuantas lagrimas quedan
los pensamientos cansados
que tan profunda es la tristeza
mi tristeza...
que tan ahogados están mis pecados
que tan quebrado tengo el corazón...
...dime cuanto ha de medir este dolor,
muestralo con tus pálidas manos...
Y después acaríciame el rostro
peiname los cabellos,
limpia mis lagrimas,
has de este dolor algo mas bello,
déjame escuchar tu voz por ultima vez
y después, podrás irte
sin mirar atrás
yo me quedo aquí, velando tu partida
de pie en esta sepultura viva
recordando tus suspiros al oído
a tu agitado corazón emocionado
que a lo lejos se desvanece
entre neblinas que ahogan tu sonrisa...
jesusatan.