Ya mis manos contienen
la ausencia de tu persona...
Ya mis ojos se llenan
con los recuerdos de tu rostro sonriente
ya mi cuerpo se enrolla
con la tibieza de tu cuerpo que se ha ido
y aun así, me estremece...
Ahora las tardes de nostalgia
brillan con ese tono de sol dominguero
que cae lentamente sobre la tarde
iluminando tus huellas impresas en la arena
como caminos a seguir en tu andar...
Y nada, que la vida ha de seguir
mientras siento la pasión de tu pecho
y el latido de nuestros corazones
resonando como ecos desvanecidos
que se pierden con el murmullo de las olas rompiendo...
jesusatan.